DE CARA AL LAGO CESÓ

DE CARA AL LAGO CESÓ



Estaban reunidos todos los asistentes al campamento, consternados por lo sucedido, nadie sabía por qué lo había hecho, en realidad ningún adulto sabía, pero hacia abajo, hacia sus hijos, se encontraba la historia, que comenzó mucho antes y que culminó en el campamento.

 

   Felicia era una adolescente llena de encanto, sensibilidad y de esa diversidad que tanto desentona en los de pensamiento prehistórico, fue al campamento junto con sus otros tres hermanos y sus padres a pasar unos cinco días de aventuras, reforzamiento de creencias y de reencuentro con sus amistades que vivían en ciudades alejadas de dónde vivía, estaba llena de emociones porque en ese lugar se disfrutaba al máximo, sin embargo, este año no sería igual.

 

   El lunes fue el más aburrido del campamento, pues era el día de la llegada, no había actividades de recreación o charlas, sólo inscribirse y buscar una litera en una de las habitaciones de la cabaña y rogar porque alguna vieja de ronquidos cual rugido de león no se le ocurriera ocupar la misma habitación que ella. El día se tornaba largo puesto que ella y su familia eran de los primeros que llegaban a las instalaciones del campamento, y pues, los otros primeros que siempre llegaban de primero eran personas adultas sin hijos que tuvieran la misma edad que Felicia, sin embargo, esas amistades de ella pronto llegarían, en la tarde o ya pasada la noche.

 

   Con sol saliendo y anunciando la entrada del martes el día inicia con el estudio matutino de los viejos (los adultos) ya que los jóvenes no eran capaces de levantarse a las seis de la mañana para hacer esa actividad, pero sin durar mucho tiempo dormidos porque una hora y media después de esa actividad vendría el desayuno que tenía horario limitado y además se tenía que hacer cola, Felicia casi siempre tenía quien le guardara un puesto en la cola, sea por una amiga o porque uno de sus hermanos o su hermana se había levantado antes.

 

   Durante las mañanas en el campamento se procedían a realizar los diferentes talleres, los padres iban a un lugar, las madres a otro y los hijos se dividían en niños y jóvenes, cada grupo con un tema particular a tratar. Felicia tenía tres amigas de la vida, bueno, tres amigas de campamento que durante esa semana parecían corronchos, inseparables, con las que pasaba la mayor parte del tiempo, aunque estas no eran muy populares, y ese punto hacía que Felicia contactara con aquellos grupos que aparentaban ser más populares, divertidos, pero de espíritu negro, ella nunca abandonó a sus amigas y tampoco le impidió ingresar a ese grupo de los populares.

 

   Entre martes y miércoles Felicia pudo conocer a varios del grupo de los populares, tenían bastantes borregos que les aplaudían cualquier tontería que hicieran, y esos notaron en Felicia su diversidad, así que a espaldas de ella planearon descubrirla y llevarla al escarnio. No tardó mucho en que Felicia mostrara su esencia, su persona, y efectivamente fue sometida a escarnio, a humillaciones, pero lo más increíble es que sus amigas inseparables hicieron parte del escarnio, fue tanta la humillación que le fue apodada de “poca mujer” o “la insuficiente”, así le dijeron hasta que acabó.

 

   En la mañana del jueves ya nadie hablaba con ella, pues era aborrecible para todo el grupo de muchachos que se encontraban en el campamento, su realidad había llegado a su ansiado campamento, pues esa esencia de ella era vilipendiada en su vida como estudiante, como hija, como parte de la sociedad, y ahora en uno de sus reducidos refugios, el campamento anual, formaba parte de aquellos que le humillaban y la hacían sentir no persona. En la tarde, Felicia se fue hacia el lago del campamento, habiendo tomado antes un frasco de pastillas de esas que ponen a dormir tomó luego un bote y remó hacia el centro del lago, esperó a estar lo suficientemente cansada y somnolienta para así caer de cara al lago y así morir ahogada, no aguantó ser etiquetada como una no persona.

 

 Felicia falleció y fue hallada al amanecer del día siguiente con la incertidumbre de los adultos, la duda entre sus compañeros de campamento que luego se transformaría en estos últimos con el acuse de su conciencia, pues, aunque la decisión de quitarse la vida fue de Felicia, su conciencia los acusaba de tener responsabilidad en ese acto que llevarían al secreto por siempre.

 

POKOTO

 






Comentarios

  1. yo mas bien lo llamaria triste realidad en lugar de cuento.
    lamentablmente el suicidio es muy tragico sea en la persona que sea, mas por los daños colaterales que produce que por la misma muerte en si.
    Ten cuidado si vuelves a tocar este tema en tus escritos porque no sabes quien te puede leer y son temas muy delicados.
    No quiero decir que lo hayas hecho mal,solo que tengas cuidado.

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