LA FLOR DE LA PUREZA PERDIDA
Hace tiempo, una hermosa flor vivió en comunidad en una
familia de bellas flores blancas, una especie conocida como la "especie de
la pureza", la "luz entre las tinieblas", de la familia de las
"intachables", en el gran campo verde de la región norte donde
estaban plantadas.
Un día, esta hermosa flor, no sintiéndose intachable, se
desarraigó de aquel lugar y tomó rumbo diferente, un rumbo hacia lo oscuro,
según las opiniones de sus blancas hermanas. Aquella flor logró vivir entonces
su vida acomodada a sus gustos, una vida de rojo, azul y amarillo, una vida
alocada y desenfrenada.
En su afán de rechazar su esencia, vivió aparentando la
vida de otras flores al punto de creerse a sí misma que pertenecía a esa
familia. Muchos animales, atraídos por su extraña extravagancia, quisieron
llegar a ella para tomar su polen, además de ser naturalmente hermosa. Esta
flor, embriagada de experimentar los riesgos de la vida, permitió que cualquier
tomase su polen y probara de ella, para luego abandonarla.
Este comportamiento desenfrenado de la flor provocó que una
plaga azotara su ser y su savia se contaminó. Esta plaga era una de las más
crueles de todo ese campo, te mataba a paso lento. Era una plaga mortal cuando
no se aplicaban los correctivos a tiempo. Pero, aun así, de haber aplicado los
correctivos, la plaga hacía a la flor nada apetecible. Podía ser bellísima y
atractiva a los ojos, pero una vez develada su historia, provocaba terror y
pánico, haciendo que se aborreciera su polen.
Estando en profunda soledad, esta flor comenzó a
reflexionar y se dio cuenta del engaño de vida que estuvo viviendo. Se aceptó
como una flor de la especie de las puras, de las que iluminan en la oscuridad.
Y aunque estaba desarraigada y a muchos kilómetros de distancia de sus
compañeras, se dijo a sí misma que cambiaría su actuar, sería aquella hermosa flor
de pétalos blancos, actuaría como una de ellas y viviría de acuerdo a los
estándares de su verdadera esencia.
Además, aceptó su castigo, su consecuencia, ser totalmente
codiciada, pero a la vez repudiada, bella y seductora, pero marcada por la
plaga, rodeada de flores pero sola, deseando a veces regresar el tiempo en
vano, viviendo por permanecer ante la plaga y esperando marchitarse cuando ya
solo sea una vieja flor.
Una vida triste a los ojos de muchos, pero una vida
envuelta en realidad, una vida que muchos rechazan por causa de su castigo, del
cual pretenden que la lástima sea una dádiva a su existencia. Aunque la flor
viva plena de felicidad, siempre pensarán en la pena.
Esta es la historia de una flor desarraigada que aprendió
una lección de vida tarde, pero que la vida misma permitió su vida, que le dio
algo por el que vivir, algo por el que entristecerse, algo por el que luchar y
algo por el que reír, hasta ver caer una a una sus pétalos, secar su tallo,
marchitar su raíz y pertenecer a la tierra de la cual fue creada.
Me ha encantado!
ResponderEliminarMuy bueno!